Una pelicula con gusto a nada.

El elenco es interesante; Jennifer Connelly y Greg Kinnear, Kirsten Bell entre los mayores, un par de actores adolescentes con cierta historia detrás. La historia? una familia dividida por el divorcio de los padres, a causa de una infidelidad de la madre. Pero no esperen emociones. En esta película todos los personajes son hiper civilizados. Tanto, que no consiguen escapar de la indefinición.
Tres de los cuatro integrantes de la familia: papá y los dos hijos menores de 20 años no sólo son escritores que rara vez o nunca se ven trabajando, sino que además son publicados sin esfuerzo alguno de su parte. No hay urgencias de dinero, no hay horarios, todos son intelectuales cínicos y enemigos de la intensidad. Ni siquiera el episodio de la sobredosis de Kate consigue alterar la pasteurizada monotonía de estos odiosos caracteres.
(Por ejemplo: El padre y su amante planean juntos cómo podría él conseguir una pareja estable. No hay celos, todo es muy horriblemente vacío de humanidad...)
El antagonismo hija-madre causante del divorcio dura hasta que faltando minutos para terminar la película, se convierte en humo por la revelación del padre de una anterior infidelidad suya a la ex esposa. No es ridículo? No era algo que podía haberle comunicado a la hija, teniendo como parece una relación inter pares donde no faltan chistes de mal gusto más propios de amigotes que de padre-hija?
El final era previsible. La hija deja a un lado -sin esfuerzo visible, como todo lo que sucede aquí- el rencor por su madre y todos descubren que se aman.
Ho-rri-ble.[/spoiler]